2007-02-27

3.Reich und Musik

İspanyol Gazetesi El Pais den alınmış bir sergi haberi var aşağıda. Bunlar bilinen şeyler ama tekrarlanmasında fayda var. Sanat ve politikanın birbirlerine biraz mesafeli kalmaları lazım.
Naziler başa geçtiklerinde kendilerine göre belirledikleri müzik anlayışını ötekilerden üstün göstermeye çalıştılar. Bu tabii aptalca birşeydi ama herşeyini kültür üzerinden şekillendiren bir güç için bu aslında şaşılacak birşey değil, sadece abartı. Modernite nin içinde olan unsurlardan bir tanesini yani eğitim ile insan üzerinde hakimiyet kurma çabasını en son noktasına getirdiler, bu tabii ki bir faşizm idi.

España

La música "degenerada" que repudió el III Reich


Una exposición recoge en Barcelona documentos gráficos, escritos y sonoros
sobre los esfuerzos del régimen de nazi de imponerse sus criterios en la música

EFE -Barcelona -26/02/2007

Pinturas, dibujos y grabados, grabaciones sonoras, filmes y material gráfico y documental ilustran
desde hoy en La Pedrera la exposición La música y el III Reich, los esfuerzos del régimen nazi para
imponer cierta creación musical germánica en detrimento de la llamada "música degenerada". La
exposición parte del núcleo presentado a finales de 2004 en la Cité de la Musique, ampliado en
Barcelona por la Fundación Caixa Catalunya, con "una dedicación especial a la música del exilio y a la
de los campos de concentración, con un capítulo centrado específicamente en la música en el campo
de concentración de Terezin", ha destacado el director de la Fundación, Alex Susanna.

"Aunque la exposición es una metáfora de la relación entre la música y el poder, las interferencias, las
injerencias y la comunicación entre ambos, también puede ser vista como una muestra sobre el poder
de la música, representado por la fuerza que tuvo en los campos de concentración", ha añadido
Susanna.

Según ha explicado hoy el comisario de la exposición, Pascal Huynh, "el cartel que introduce al
visitante, en el que se funden el águila imperial del escudo alemán con un órgano, ya expresa la
importancia que la música tuvo en la propaganda nazi y la difusión de la idea de la superioridad de la
música alemana sobre el resto". Tanto Hitler como su ministro de Propaganda, Josef Goebbels, tenían
la arquitectura y la música entre sus artes preferidas.

A partir de 1933, concreta Huynh, el régimen nacionalsocialista comenzó la depuración sistemática de
la vida cultural "con la imposición de un ideal estético basado en la supremacía de la raza aria", una
"revolución conservadora" que cristaliza alrededor de los valores del clasicismo y la gran tradición
romántica. Fuera de este círculo quedan las corrientes expresionistas, abstractas y realistas, así como
la música atonal, rechazadas y asociadas a la "degeneración".

"Arte degenerado"

El término "arte degenerado" se acuña en la exposición organizada en Múnich en 1937, en la que se
condenan el arte abstracto, el dadaísmo y pintores representados en la exposición como George Grosz
u Oskar Kokoschka. La música también tuvo su exposición equivalente un año después en Düsseldorf,
en la que se ataca la internacionalización del jazz o la opereta judía.

Tras "reescribir" la historia de la música, de la que desaparecen los compositores de origen judío, como
Mendelssohn, Meyerbeer, Offenbach o Mahler, toma cuerpo la idea de "la superioridad natural de la
música alemana" construida, según el comisario, a partir de "Bach, Händel, Beethoven y Bruckner". El
drama wagneriano se convierte a partir de 1933 en "canon de la ópera oficial", una estética también
cultivada por compositores como Carl Orff, Werner Egk o Rudolf Wagner-Régeny.

La exposición se ocupa de algunos de los artistas que se quedaron en Alemania y los que se vieron
obligados a emigrar. Entre los que se quedaron, algunos fueron condenados a colaborar con el régimen

o a enmudecer, como Paul Hindemith, el director de orquesta Wilhelm Furtwängler, el pintor Emil
Nolde o el compositor Karl Amadeus Hartmann.
La exposición se cierra con un apartado dedicado a Theresienstad, el campo de concentración-modelo
creado por los nazis en 1941 al norte de Praga como instrumento de propaganda destinado a ser
utilizado de escaparate ante los observadores internacionales.

© Diario EL PAÍS S.L. -Miguel Yuste 40 -28037 Madrid [España] -Tel. 91 337 8200
© Prisacom S.A. -Ribera del Sena, S/N -Edificio APOT -Madrid [España] -Tel. 91 353 7900

Hiç yorum yok: